Andrés Manuel López Obrador dirá que es la alta demanda de energía y que, por el calor, el uso del aire acondicionado y hasta del ventilador se sobrecarga el sistema.
Se estresa, dicen los expertos.
Lo cierto es que al menos once estados y la Ciudad de México se quedaron ayer sin luz, sin energía eléctrica, porque la red no aguantó. Decenas de municipios o alcaldías en penumbras.
Manuel Bartlett Díaz, al que se le cayó el sistema en la elección presidencial de 1988 como secretario de Gobernación y que hoy goza de total impunidad, pese a su treintena de casas, terrenos, departamentos y chozas sin justificar, es el responsable.
Y no se atrevió, siquiera, a tuitear. A escribir algo en redes.
Su beca como director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le duró todo el sexenio, el de los 200 mil ejecutados, el del millón 200 mil muertos por negligencia ante Covid-19, el de la escasez de medicamentos, el de la eliminación de los albergues para mujeres maltratadas, el de los recortes en todo para regalar un billón de pesos -un millón de millones- para comprar el voto y el de los niños enfermos de cáncer golpistas.
El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) informó ayer por tarde-noche, que el sistema eléctrico del país se encontraba en emergencia.
Este apagón simboliza lo negro de estos cinco años y medio de (des) gobierno de López Obrador, quien, vuelto un cinicazo, niega todo y se atreve, ya en éxtasis de la locura, que México tendrá el mejor sistema de salud de su historia, mejor que el de Dinamarca.
BÁTIZ, OTRO CINICAZO
Bernardo Bátiz Vázquez respaldó ayer aAmparo Casar en las acusaciones de Andrés Manuel López Obrador por presuntamente alterar el acta de defunción y el peritaje sobre la muerte de su esposo, quien cayó por la ventana de su oficina en un décimo piso del edificio de Petróleos Mexicanos (Pemex), hace dos décadas.
El procurador general de justicia del entonces Distrito Federal asegura que no recuerda haberse reunido con la directora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
Sí, mintiendo -¿cómo es posible que no recuerde esa supuesta reunión en la que habría estado Héctor Aguilar Camín para pedirle que se modificaran las causas de la muerte del esposo?- ayudó a la analista y columnista política.
La ayudó al negar el encuentro, al rechazar conocerla, lo que implica que Casar no acudió a pedirle modificar los documentos, pero la perjudicó al asegurar que el peritaje que se hizo hace dos décadas jamás se alteró y mantiene lo dicho: se suicidó.
‘El país está en santa paz’, ‘Hay más homicidios, pero no más violencia’
Fresnillo, Zacatecas, donde la familia Monreal gobierna y controla, nuevamente es escenario de hechos sangrientos.
De más homicidios, pero no más violencia, como dice ridículamente Andrés Manuel López Obrador.
El gobernador es David Monreal Ávila, hermano de Ricardo Monreal Ávila, senador y frustrado candidato presidencial de Morena, y Saúl Monreal Ávila, hermano menor de ambos, alcalde de Fresnillo hasta hace unos meses, cuando se fue a buscar una senaduría.
Saúl gobernó durante cinco años Fresnillo (2018 y reelecto en 2021), el municipio más peligroso de México, con un 95.4% de percepción de inseguridad.
Y el cinicazo David Monreal, lo hizo de nuevo:
-Es reacción o consecuencia natural. Vamos consolidando una estrategia de pacificación y en ello va establecer orden, y fortalecer las corporaciones policiacas, pero ¡vamos bien!, dice el cinicazo Monreal.
Un mero trámite.
Así de arrogante, soberbia y cinicaza, Claudia Sheinbaum Pardo ya siente que porta la banda presidencial.
Una muestra más de que Morena, Andrés Manuel y ella creen tener comprado el resultado.
No se vaya a dar un frentazo el 2 de junio, que hasta el alaciado permanente se le caiga.
Vámonos:
El asesinato de los tres jóvenes surfistas puso a México en la mira de los medios internacionales. Crítica, condenas, por supuesto.
Mientras, el demente de Palacio dice que estamos en santa paz y que hay más homicidios, pero no más violencia.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex
