La obsesión de Andrés Manuel López Obrador con Petróleos Mexicanos (Pemex) es enfermiza, negativa y muy costosa.
La petrolera más endeudada del mundo -más de 113 mil millones de dólares-, no pudo ni podrá tener números negros aunque se le regale dinero todos los días, como hace el tabasqueño.
Su insistencia con el petróleo alcanza niveles poco razonables. Construyó una refinería que no refina –Dos Bocas– y que difícilmente lo hará antes de que se vaya el 30 de septiembre.
Y cacarea la autosuficiencia y soberanía petrolera y energética, que no llegará ni cuando ya no esté.
Pemex ya tiene su partida presupuestal 2024 -ronda los 465 mil millones de pesos-, pero, aun así, le condonan 80 mil millones de pesos.
Vaya contradicción, como las decenas de este mentiroso de Palacio que cobra como presidente.
En materia de derecho de utilidad compartida, Pemex no va a pagar nada de impuestos. Lo absorberá la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Octubre, noviembre y diciembre de 2023, así como enero de 2024 están protegidos, borrados.
Y, como si sobrara el billete en el gobierno federal, Pemex no liquidará esos impuestos. Tiene que cumplir con el pago de 11 mil millones de dólares de su deuda este año. No hay excepción ni argumento válido para no hacerlo.
Durante la epidemia de Covid-19, que se prolongó casi tres años, el gobierno de la dizque cuarta transformación se negó a apoyar a los empresarios con el cuento de que no alcanzarían los recursos.
O, recientemente, tras la llegada del huracán Otis a Guerrero, principalmente Acapulco. Cero visitas del que cobra como presidente, un abandono absoluto y una miserable ayuda de 61 mil millones de pesos, insuficientes.
¿Pero qué tal para lo que el aprendiz de dictador ordena?
En el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicó el martes el decreto (capricho) presidencial para que no pague, que no cumpla, con los impuestos.
Esta decisión es muy grave y peligrosa justo el año en el que la deuda pública alcanza un nivel insospechado. Es el déficit más alto en los últimos 22 años y este apoyo a Pemex enciende las alertas en los mercados internacionales.
La semana pasada la consultora Moody’s le redujo la calificación y los analistas, conservadores y neoliberales, advierten que Pemex es una carga insostenible.
Así como lo ve.
DE 8 PUNTOS, LA DIFERENCIA REAL
¿Y si es tanta la diferencia entre Claudia y Xóchitl?
Naaa!!!
Si fueran los 20 o mil puntos que las encuestas de Morena y Mario Delgado presumen, ¿por qué tan preocupado Andrés Manuel?
Porque la realidd es otra.
Con todo y sus 800 mil millones de pesos que regalará este año del presupuesto a becarios y pensionados.
Por eso los ataques diariamente en la ilegal e impune campaña desde palacio a manos del peor presidente que ha tenido México cuando menos en cinco sexenios.
Vámonos:La escasez de agua no es sólo debido a la falta de lluvia y al cambio climático. También es la pobre prevención e inversión en obra hidráulica, porque eso no aporta votos.
alberto.montoya@diahabil.com.
