lun. Jul 14th, 2025

“Las organizaciones mexicanas de narcotráfico tienen una alianza intolerable con el gobierno de México, que ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadunidenses.

Esta alianza pone en peligro la seguridad nacional de los Estados Unidos y debemos erradicar la influencia de estos peligrosos cárteles”.

Así, directo, Donald Trump advirtió en febrero de este año que o se combate al narcotráfico o se es parte de él.

El presidente de Estados Unidos no se anda con rodeos y el gobierno mexicano ya debería saberlo.

Los ejemplos de una presunta conexión entre los gobernadores, y los malandros sobran y sólo el gobierno se niega a reconocerlo… o no le conviene hacerlo.

Negarse a entregar a Rubén Rocha Moya y a Américo Villarreal Anaya, gobernadores de Sinaloa y Tamaulipas, respectivamente, y quienes son señalados de tener una complicidad con el crimen organizado y el narcotráfico, le va a salir más caro a Claudia Sheinbaum Pardo y a su partido, Morena.

La señora que habla de austeridád pero vive en en palacio no ha querido reconocer, igual que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, la turbia relación con los malandros.

El abogado de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera,  mejor conocido como Joaquín El Chapo Guzmán, Jeffrey Lichtman, acusó el viernes pasado a Sheinbaum de actuar como “el brazo de relaciones públicas de un grupo del crimen organizado y no como una jefa de Estado”, lo que ella calificó como ridículo y falta de respeto a la investidura presidencial.

 

Ese día, Ovidio se declaró culpable en una Corte de Chicago, Illinois, de introducir cocaína, fentanilo y más a Estados Unidos, delitos por los que podría quedarse de por vida en prisión.

Sheinbaum criticó durante los días previos a la audiencia que no se haya invitado al gobierno mexicano a participar, lo que Lichtman llamó ridículo e hipócrita.

El litigante recordó cómo el ex secretario de Defensa, Salvador Cienfuegos, fue detenido en Los Ángeles, California, al llegar al aeropuerto, y liberado por López Obrador tras negociar con el gobierno estadounidense con la promesa de que se le enjuiciaría en México.

Fue exonerado inmediatamente.

¿Se imagina usted lo que un abogado sabe acerca de las relaciones de su defendido?

Sabe hasta lo que su cliente ha desayunado los últimos cinco años diariamente.

Ese es justamente el temor y la causa del nerviosismo y estrés de Sheinbaum Pardo.

Que Ovidio vaya a cantar y a narrar las complicidades y las cantidades multimillonarias de dólares entregadas a manera de soborno y compra de voluntades para financiar campañas.

 

EQUIVOCADA, LA ESTRATEGIA DE SHEINBAUM

 

¿Quién diablos asesora a Sheinbaum Pardo en comunicación?

Dar una conferencia de prensa desde Culiacán con Rubén Rocha Moya a un lado para defenderse de las declaraciones del abogado de Ovidio y deslindar a su gobierno de cualquier relación con los grupos criminales causó un efecto inversamente proporcional a las acusaciones.

Sheinbaum, la presidente de México, respaldando al gobernador más señalado de tener nexos con el narcotráfico y el crimn organizado.

¡No me ayudes compadre!

Reitero: ¿a quién se le ocurrió semejante tontería?

Trump anunció ese mismo día un arancel de 30 por ciento a México a partir del 1 de agosto, porque “no ha hecho lo suficiente contra el narotráfico y el tráfico de migrantes”.

En mayo, el Departamento de Estado retiró la visa a la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y a su esposo, Carlos Torres por causas hasta ahora desconocidas.

¿Quién sigue y por qué?

Trump no va a ceder sino hasta que caiga uno de los gobernadores señalados.

Y eso, créame, costará cientos de millones de dólares a México.

Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo ha comentado desde hace meses: esto era algo que se veía venir por su falta de cooperación, no querer entregar a Rocha Moya y sus otros narcogobernadores.

Queda más que claro porque no la han recibido.

Lo que no reconoce ni reconocerá Sheinbaum Pardo es que López Obrador, su promotor, dejó crecer como nunca al narcotráfico y al crimen con su política de “abrazos, no balazos” y sus discursos ridículos de “los voy a acusar con su mamá” y “los delincuentes también son seres humanos”.

Lo que tampoco acepta es que con el cuento de “nosotros somos distintos” y “no son los tiempos de cuando el presidente quitaba y ponía gobernadores”, se arropó, por ejemplo, a Rocha Moya, acusado de tener nexos con el narcotráfico y exhibido por Ismael El Mayo Zambada, capo del cártel de Sinaloa, como un mentiroso y, cuando menos, cercano.

¿Y si no tienen nexos con el narcotráfico, por qué se tolera a un gobernador que ha mentido y quien ha dicho que en Sinaloa nada se puede hacer sin el apoyo del narcotráfico?

Y olvida -o quiere olvidar- cómo López Obrador se reunió con la madre de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, en Badiraguato.

-Te saludo, no te bajes. Ya recibí tu carta, dijo López Obrador a Consuelo Loera.

Después se sabría que la señora -hoy muerta- solicitó a Andrés Manuel ayudar a su hijo, Joaquín Guzmán Loera, preso en Nueva Yok.

Así las cosas.

Y vendrá más información que exhibirá totalmente la falsedad e hipocresía de Morena y de sus dirigentes, así como de López y Sheinbaum.

 

Vámonos: Delfina Gómez, gobernadora del Estado e México, nada de a muertito mientras el crimen y la extorsión se apoderan de los municpios.

 

  alberto.montoya@diahabil.com.mx    @albermontmex

Por admin

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WhatsApp