“A México se le respeta”.
“No somos piñata de nadie”.
“No hay pruebas”.
“Si hay pruebas, que las presenten”.
“La relación con Estados Unidos es de iguales”.
¿Y luego?
Por si algo le faltara a Andrés Manuel López Obrador, acusado de haber sido financiado por el narcotráfico para ganar en 2018 la presidencia, el miércoles Washington aseguró que Vector, CIBanco e Intercam, empresas financieras mexicanas privadas, participaron en una red de lavado de dinero para los cárteles del Golfo, de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
¿Y cómo alcanzan el escándalo y la presunta comisión del delito al ex presidente, ídolo de las multitudes, a las que regala dinero que no existe, que no tiene México, y que se obtiene pidiendo prestado?, se preguntará usted.
Nada más y nada menos que con Alfonso Romo Garza, dueño de Vector Casa de Bolsa, quien llegó con alto perfil al equipo de López Obrador en 2018 en calidad de consejero, asesor y jefe de la Oficina de la Presidencia y se fue en 2020.
Todo un ejemplo a seguir.
Mientras en la Cámara de Senadores Morena y rémoras aprobaban una ley antilavado de dinero, Estados Unidos daba a conocer que Vector, CiBa e Intercam lavaron unos 186 millones de dólares.
Claudia Sheinbaum, la operadora de López Obrador, estaba fúrica ayer por la mañana en su conferencia de Palacio Nacional y 23 ocasiones pidió las pruebas de las acusaciones a Romo Garza.
¡Y cómo no si la imagen que siempre vendió, con egnaños, con mentiras, el tabasqueño de limpieza y sin mancha está salpicada de todo!
Entonces, dijo que no hay pruebas pero, que si las hay, se actuará.
Y lo más paradójico del caso es que el lavado de dinero que dice el Departamento del Tesoro de Estados Unidos se cometió en Vector, propiedad de Romo, ¡fue para entregar el dinero a Genaro García Luna, el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón Hinojosa, los villanos favoritos del farsante de Macuspana!
Es por eso que Sheinbaum no podía disimular su enojo.
Y más aún, que sus aplaudidores en redes sociales no se han cansado de condenar a García Luna, quien fue sentenciado en Estados Unidos con base en acusaciones, dichos, de narcotraficantes detenidos convertidos en testigos protegidos.
¡Ah! pero ahora que Washington acusa, señala, a las tres empresas financieras, Sheinbaum y sus leales dicen que no hay pruebas, que las presenten, porque, entonces, no se puede condenar a nadie.
¿Qué tal?
La doble moral de los morenistas, como siempre.
Y, precisamente, como parte de esas contradicciones, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió un comunicado la tarde del jueves para informar que tomó el control, que intervino a CIBanco y a Intercam, pero ¡no a Vector!
¿Quién o por qué se dio la orden de no actuar en contra de la empresa de Romo, el amigo de López?
Además si como dice Sheinbaum no hay pruebas ¿entonces para que se toma el control, para que se interviene a esas empresas?
EXIGE ALITO QUE COMPAREZCAN EN EL SENADO
Alejandro Moreno Cárdenas, líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), informó que se solicitó la comparecencia en el Senado del secretario de Hacienda, el titular de la CNBV y los presidentes de los consejos de administración y directores de las instituciones Intercam, CIBanco y Vector Casa de Bolsa, por el señalamiento que calificó de “gravísimo” del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre lavado de dinero.
Esto no puede ni debe detenerse ahí.
Que se esclarezca sea cual sea la verdad.
Vámonos: Delfina Gómez es otra farsante del Bienestar.
¿Hasta cuándo pavimentará el periférico norte?
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex