Andrés Manuel López Obrador será sometido nuevamente por un presidente de Estados Unidos.
Ya lo hizo el republicano Donald Trump en 2019, cuando amagó con incrementar los aranceles a los productos mexicanos si el ocupante de Palacio Nacional no contenía a las caravanas migrantes -que él promovía- que habían desbordado ya la frontera norte y ponían en riesgo, decía, a la seguridad nacional.
Hoy lo hará el demócrata Joe Biden, porque las oleadas migrantes son, absolutamente, incontenibes.
El mandatario estadunidense solicitó hablar por teléfono con el mexicano y, en la llamada, le informó que una delegación de alto nivel viajará a México en los próximos días para hablar de la crisis migratoria, informó la Casa Blanca.
Biden “pidió al secretario de Estado Antony Blinken, al secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas y a la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood Randall, que viajen a México para entrevistarse con el presidente López Obrador“, reveló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
La crisis migrante ya es una crisis humanitaria y Andrés Manuel, aunque se lave las manos, como acostumbra, es responsable.
Las imágenes, las escenas, son dramáticas.
Familias enteras a bordo de los trenes, en el cauce del Río Bravo, con el riesgo que ello significa.
“Los dos líderes coincidieron en que se necesitan urgentemente medidas adicionales para que se puedan reabrir los puertos de entrada clave a través de nuestra frontera común”, añadió Kirby.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó cerrar los cruces fronterizos debido a la oleada creciente de centroamericanos, principalmente, pero también ya de otras regiones del mundo.
Abbott emitió el pasado lunes 18 un paquete de leyes antiinmigrantes, incluída la SB4, una de las más estrictas en la historia estadunidensey que otorga a la policía la facultad de detener y deportar migrantes sin el debido proceso.
Andrés Manuel, como en decenas de casos, se deslinda, se desentiende, cuando en campaña y mucho antes invitaba a los migrantes a venir y les ofrecía empleo, apoyo y hasta visas de trabajo.
Prometía apoyarles en su tránsito hacia Estados Unidos.
Y ahí están los videos, los audios de entonces para que sus leales, que todo niegan y atribuyen a los “conservadores” y “neoliberales”, como su ídolo, lo comprueben.
Entonces, 2018, las caravanas de seres humanos desesperados y en busca de una nueva vida se dispararon bajo su complacencia, hasta que Donald Trump lanzó un ultimátum: o los detenía México o aumentaría los aranceles a las exportaciones hacia Estados Unidos.
López Obrador se vio obligado a acatar y a enviar a su entonces carnal Marcelo Ebrard Casaubon a visitar al republicano en la Casa Blanca.
La respuesta fue enviar 27 mil soldados a las fronteras sur y norte para impedir el paso de las caravanas, además de aceptar recibir a los solicitantes de asilo en lo que fue llamado “Quédate en México” ¡y con cargo al erario!
Ayer por la mañana, el tabasqueño desconocía el motivo de la llamada que pidió Biden, pero se mostró optimista y a la expectativa: “Vamos a ver qué nos plantea”.
Trump lo presumió entonces y ahora:
-Ebrard se dobló de inmediato y fue la negociación más fácil, ha dicho.
Porfirio Muñoz Ledo lo criticó en un discurso en Tijuana, Baja California, el 8 de junio de 2019, en un evento supuestamente para celebrar la unidad:
-Doble moral, acusó el entonces diputado federal porque se exige respeto a los mexicanos que viven en Estados Unidos, pero se maltrata, se humilla, a los migrantes que llegan a este país.
Bastó con el amago de Trump para que la política históricamente humanitaria de México con los migrantes pasara de humanitaria a persecutoria.
López Obrador los invitaba en campaña a venir y hasta apoyo y empleo les ofrecía. Luego, envió 28 mil soldados a cuidar las fronteras sur y norte y sin costo, gratis, lo que presumía el del copete güero.
La muerte de al menos 40 migrantes en una estación de Ciudad Juárez en marzo de este año mostró con crudeza la real política migratoria.
Apenas en octubre, Blinken estuvo en México, acompañado por Mayorkas. Seguridad fue el tema entonces. Habrá que esperar para conocer la nueva orden de Estados Unidos.
Vámonos: La demanda de la vacuna contra Covid-19 de Pfizer superó la oferta. Muestra indudable de que los mexicanos quieren protegerse y de que el gobierno no cumple con su obligación.
Aplica Abdala y Sputnik, cubana y rusa, respectivamente, las que no están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuesta entre 848 y 950 pesos, en farmacias.
Feliz Navidad. Nos leemos el próximo 26 de diciembre.
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